RUTAS ROMANICAS EN EL ALTOARAGON

A lo largo de la alta Edad Media, atenuado en la lejanía del tiempo el influjo de los importantes focos culturales de la civilización (Grecia, Roma, Bizancio, Alejandría), únicamente en los monasterios sobrevivió la semilla de la cultura clásica.

La Edad Media fue como un largo y oscuro túnel en el que el monacato permitió mantener vivos los legados culturales que, cuando el momento fue propicio, germinaron y florecieron en la brillante época del Renacimiento.

La abadía de Cluny, fundada en 910 por Guillermo el Piadoso duque de Aquitania estaba bajos las órdenes directas del Pontífice Romano.

En 923 el abad Odón, con consentimiento de la Santa Sede, acometió la reforma cluniacense, fundando y refundando monasterios que quedaban bajo la potestad del abad de Cluny, gobernándose por un prior dependiente de aquél.

Cluny se convirtió en un verdadero señorío feudal, con derecho de investidura e ingresos económicos de sus monasterios filiales, con un gran poder e influencia en la sociedad medieval.

Realmente hubo una aristocratización de los monasterios; entendiéndose así el peso específico de la cultura en ellos. En su mayor esplendor, Cluny tuvo bajo su dominio más de 1000 monasterios.

Cluny también se hizo cargo del movimiento peregrino hacia Santiago de Compostela, jalonando su recorrido de monasterios y albergues, en los cuales la iconografía de sus capiteles y tímpanos, servían para instruir al peregrino en el conocimiento de la Historia Sagrada; en sus formas de comportamiento y en los premios y castigos que recibirían según su forma de vivir.

Peregrino era quien caminaba hacia Santiago de Compostela "per agrum" -de ahí su denominación- en referencia al Camino de Santiago y sus innumerables ramales. Palmero era el que se dirigía a Jerusalén; y Romero, el que encaminaba sus pasos a Roma.

Hasta nosotros han llegado infinidad de estas muestras culturales, que nos permiten, a la par que disfrutar de su contemplación, poder sentir las vivencias, dilemas y angustias de las gentes de esa época.

En el mapa, se señalan con sendos puntos amarillos la ubicación de Cluny y la de Santiago de Compostela.

El incipiente Reino de Aragón, marcado con un destello, sirvió una vez más, de camino; beneficiándose de la protección papal, conseguida a cambio de estipendio y vasallaje a la Sede Pontificia por Sancho Ramírez.

El momento cronológico en que se sitúa esta época, abarca desde el inicio del S XI; hasta el primer tercio del XIII; en el cual ya el sobrio movimiento Cisterciense toma el relevo y se comienza a intuir el paso al gótico.

Gran número de monasterios, iglesias y ermitas a lo largo y ancho de nuestra tierra, dan testimonio de ello. He recorrido y fotografiado bastantes de las mismas, y si te apetece recorrer sus rutas, ver imágenes y acceder a explicaciones (para las que recurro a fuentes de expertos reconocidos en la materia), adelante.



No hay comentarios:

Publicar un comentario