19 COMUNIDADES AUTONOMAS, 52 PROVINCIAS Y MILES DE PUEBLOS Y CUIDADES DE TODA LA PENINSULA DEFENDERAN EL DERECHO A LA VIDA MAÑANA EN MADRID. ¿QUIENES NOS CREEMOS QUE SOMOS PARA DECIDIR POR ENCIMA DE DIOS?!! UNA NIÑA DE 16 AÑOS, MENOR DE EDAD LEGALMENTE, QUIEN DEBERIA ESTAR ESTUDIANDO O JUGANDO CON LAS AMIGAS, ESA NIÑA QUE AHORA DICE BLANCO Y LUEGO NEGRO, ESA QUE CREE SABERLO TODO, ESA QUE CUANDO TIENE PROBLEMAS LLAMA A SU MADRE PARA QUE SE LO SOLUCIONE, ESA QUE NO SABE NI QUE FUTURO TOMAR, ESA QUE... HA DE DECIDIR POR ELLA SOLA SI ABORTA O NO, POR EL AMOR DE DIOS!!! EN QUE CABEZA CABE!!! SOLO EN UNA... EN LA MINISTRA DE IGUALDA, ESA QUE HABLA Y DECIDE PARA LAS NIÑAS ESPAÑOLAS, SIN SABER LO QUE ES SER MADRE DE UNA ADOLESCENTE!!.
La Delegación del Gobierno en Madrid decidió ayer no autorizar la concentración que Derecho a Vivir (DAV) y HazteOír, entre otras organizaciones, habían convocado hoy a las puertas de la clínica Dátor contra el aborto y para solicitar ayudas a la mujer embarazada. No obstante, los organizadores aseguraron que mantendrían el acto.
Esta resolución no fue el único conflicto que generó ayer la polémica reforma, ya que el portavoz de Médicos por la Vida denunció que cuatro agentes acudieron a su domicilio para comunicarles la decisión de forma “intimidatoria”.
Según el escrito de contestación del departamento que dirige Amparo Valcarce, la protesta no ha contado con una comunicación mínima de diez días naturales y no debe celebrarse, “sin perjuicio de que se comunique otra fecha en la que sé de cumplimiento al plazo legalmente establecido”.
La reivindicación está convocada en 23 ciudades españolas para calentar motores de cara a la macro manifestación del 17 de octubre con el lema “Cada vida importa”.
Por otro lado, DAV, que ha contratado a una empresa para desplazar a más de 100.000 personas desde toda la Península para que acudan a esta cita ha tenido que montar expediciones también desde localidades no capitalinas.
Esta resolución no fue el único conflicto que generó ayer la polémica reforma, ya que el portavoz de Médicos por la Vida denunció que cuatro agentes acudieron a su domicilio para comunicarles la decisión de forma “intimidatoria”.
Según el escrito de contestación del departamento que dirige Amparo Valcarce, la protesta no ha contado con una comunicación mínima de diez días naturales y no debe celebrarse, “sin perjuicio de que se comunique otra fecha en la que sé de cumplimiento al plazo legalmente establecido”.
La reivindicación está convocada en 23 ciudades españolas para calentar motores de cara a la macro manifestación del 17 de octubre con el lema “Cada vida importa”.
Por otro lado, DAV, que ha contratado a una empresa para desplazar a más de 100.000 personas desde toda la Península para que acudan a esta cita ha tenido que montar expediciones también desde localidades no capitalinas.
BUSCANDO INFORMACION LEI ESTA CARTA... ES DE UN HIJO NO NACIDO A LA QUE HUBIERA SIDO LA MEJOR MADRE DEL MUNDO.
Querida mamá:
Soy tu hijo, ¿recuerdas?. No he desaparecido, pues Dios me infundió un alma eterna en el momento en que fui concebido. No vi nunca la luz del día pero vivo para siempre.
Sé porqué me mataste. El que debió haber sido mi padre andaba lejos del país. Tu te sentías sola porque él andaba muy ocupado en sus negocios. En su ausencia, surgió otro hombre. De ese romance fui engendrado yo.
Nunca olvidaré los meses que me acunaste en tu vientre, ¡me sentí tan seguro y amado!. Comprendo que no me desearas, ¿qué pensaría papá a su regreso? Había que blanquear el desliz matando al delator, y ese era YO. Por entonces no supe de las discusiones con tu amante, pues él quería verme nacido y tú no. ¡Qué peleas, hasta que le arrancaste el dinero que costó mi defunción! A todo le ponen precio, hasta el asesinato de un inocente. “Qué caros son los abortos”, comentaste.
No justifico tu crimen, pero te perdono. Perdono a papá por haber sido tan irresponsable. También perdono al que, vestido de blanco, se manchó con mi sangre. ¡Qué dolor cuando me punzó con aquella enorme aguja y después me despedazó a sangre fría!. Sé que tú nunca olvidarás el ruido de aquella aspiradora que se tragó mi cuerpecito a pedazos. Sé que te causó un trauma que llevas en silencio tratando de pensar que no fue nada. Sí era algo, era alguien… era yo, tu hijo.
Conozco mamá, tus largas noches en vela y tus sobresaltos. Sé que luchaste mucho en tu interior sobre tu decisión de abortarme. En el fondo me amabas pero pudo mas en ti el miedo. Sé que me amabas, pues aun sueñas conmigo y más de una vez te has preguntado, con remordimientos, si soy niña o niño, piensas como sería hoy día y que alegrías te hubiera traído… ¡Soy niño! Me parezco más a ti que al seductor con el que andabas. ¿Cómo me vas a olvidar, si yo a cada momento pido a Papá Dios que borre esas pesadillas que turban tu descanso y te dan muerte en vida? Por eso, qué alegría cuando buscaste a un sacerdote que te inspiró confianza y te reconciliaste con el Señor de la Vida.
Querida mamá, quiero verte feliz. Recuerda los consejos que te dio el sacerdote al despedirte: “hija, Dios padre ya ha hecho su obra de amor en ti y a su tiempo iras sanando”. Mientras te estoy escribiendo, tengo a mi lado a mi amigo Antonio. Lo mató su mamá porque ella decía ser demasiado joven para ocuparse con ser madre. Tampoco él recibió nombre alguno de sus padres pero si de Dios quien nos ama infinitamente. Tengo muchísimos amigos que corrieron la misma suerte. A Carlitos lo abortaron porque su madre fue violada. El odio y el dolor resultante lo descargaron sobre el pobre inocente. Él siempre pregunta: “¿Por qué si mi mamá no amaba al hombre que la violó, me mato a mí, que la hubiera amado siempre y jamás me hubiera avergonzado de ella?”.
Aquí en el reino del amor, solo entendemos el lenguaje del amor. Por eso, no comprendemos esos “argumentos” acerca del aborto: por malformación del feto, por violación, por dificultades económicas de los padres, por no querer más hijos…
Me cuentan que ni las guerras, ni Hitler con sus cámaras de gas letal han realizado tan brutal y desmedida masacre. Con los abortos se ha privado a la humanidad de brillantes poetas, sacerdotes, médicos, filósofos, músicos, pilotos, estadistas, pintores, arquitectos, santos y santas. A mí todos me dicen que quizá hubiera sido un habilidoso cirujano o un pianista a lo Mozart. Cuando nos reunamos, ya verás qué manos tengo, mami. Lo que más me gusta es cuando me dicen “tu mamá tiene que ser muy hermosa”.
No llores mami. Confía en Dios hasta que nos volvamos a ver. ¡Ah, se me olvidaba! Aunque me consumo por verte, no te des prisa en venir, pues mis hermanos te necesitan. Hazle a ellos lo que nunca pudiste hacerme a mí. Fíjate que cuando bañas a mis hermanitos o lo amamantas, no sé, me entra un poquito de añoranza de todo lo que pudo ser y no fue. Me hubiera gustado ser amamantado con la leche de tus pechos, ser acariciado por esas manos tuyas tan lindas y tan semejantes a las mías, manos de cirujano malogrado.
Quizás te preguntas dónde estoy. No te preocupes, estoy en los brazos de Jesús que me amó hasta derramar su sangre por mi. En Él todos encontramos la Vida.
Y termino pidiéndote un favor. No para mí, como comprenderás, sino para otros niños. Que no los maten como a mí. Si conoces a una joven que quiera abortar o a un sujeto que monta campañas a favor del aborto, un médico asesino que se burla de Hipócrates o una enfermera que se presta a ese crimen, extiéndeles el amor de Dios, nuestro Padre. Entonces acuérdate de nosotros y dile que no mate más, que los niños le pertenecen a Dios. Grítales a todos que tenemos derecho a vivir como ellos, y que aunque nadie nos ame tenemos derecho a vivir y amar.
Te espero con la boca aún sin estrenar, rebosante de besos que tengo guardados solamente para ti…
Soy tu hijo, ¿recuerdas?. No he desaparecido, pues Dios me infundió un alma eterna en el momento en que fui concebido. No vi nunca la luz del día pero vivo para siempre.
Sé porqué me mataste. El que debió haber sido mi padre andaba lejos del país. Tu te sentías sola porque él andaba muy ocupado en sus negocios. En su ausencia, surgió otro hombre. De ese romance fui engendrado yo.
Nunca olvidaré los meses que me acunaste en tu vientre, ¡me sentí tan seguro y amado!. Comprendo que no me desearas, ¿qué pensaría papá a su regreso? Había que blanquear el desliz matando al delator, y ese era YO. Por entonces no supe de las discusiones con tu amante, pues él quería verme nacido y tú no. ¡Qué peleas, hasta que le arrancaste el dinero que costó mi defunción! A todo le ponen precio, hasta el asesinato de un inocente. “Qué caros son los abortos”, comentaste.
No justifico tu crimen, pero te perdono. Perdono a papá por haber sido tan irresponsable. También perdono al que, vestido de blanco, se manchó con mi sangre. ¡Qué dolor cuando me punzó con aquella enorme aguja y después me despedazó a sangre fría!. Sé que tú nunca olvidarás el ruido de aquella aspiradora que se tragó mi cuerpecito a pedazos. Sé que te causó un trauma que llevas en silencio tratando de pensar que no fue nada. Sí era algo, era alguien… era yo, tu hijo.
Conozco mamá, tus largas noches en vela y tus sobresaltos. Sé que luchaste mucho en tu interior sobre tu decisión de abortarme. En el fondo me amabas pero pudo mas en ti el miedo. Sé que me amabas, pues aun sueñas conmigo y más de una vez te has preguntado, con remordimientos, si soy niña o niño, piensas como sería hoy día y que alegrías te hubiera traído… ¡Soy niño! Me parezco más a ti que al seductor con el que andabas. ¿Cómo me vas a olvidar, si yo a cada momento pido a Papá Dios que borre esas pesadillas que turban tu descanso y te dan muerte en vida? Por eso, qué alegría cuando buscaste a un sacerdote que te inspiró confianza y te reconciliaste con el Señor de la Vida.
Querida mamá, quiero verte feliz. Recuerda los consejos que te dio el sacerdote al despedirte: “hija, Dios padre ya ha hecho su obra de amor en ti y a su tiempo iras sanando”. Mientras te estoy escribiendo, tengo a mi lado a mi amigo Antonio. Lo mató su mamá porque ella decía ser demasiado joven para ocuparse con ser madre. Tampoco él recibió nombre alguno de sus padres pero si de Dios quien nos ama infinitamente. Tengo muchísimos amigos que corrieron la misma suerte. A Carlitos lo abortaron porque su madre fue violada. El odio y el dolor resultante lo descargaron sobre el pobre inocente. Él siempre pregunta: “¿Por qué si mi mamá no amaba al hombre que la violó, me mato a mí, que la hubiera amado siempre y jamás me hubiera avergonzado de ella?”.
Aquí en el reino del amor, solo entendemos el lenguaje del amor. Por eso, no comprendemos esos “argumentos” acerca del aborto: por malformación del feto, por violación, por dificultades económicas de los padres, por no querer más hijos…
Me cuentan que ni las guerras, ni Hitler con sus cámaras de gas letal han realizado tan brutal y desmedida masacre. Con los abortos se ha privado a la humanidad de brillantes poetas, sacerdotes, médicos, filósofos, músicos, pilotos, estadistas, pintores, arquitectos, santos y santas. A mí todos me dicen que quizá hubiera sido un habilidoso cirujano o un pianista a lo Mozart. Cuando nos reunamos, ya verás qué manos tengo, mami. Lo que más me gusta es cuando me dicen “tu mamá tiene que ser muy hermosa”.
No llores mami. Confía en Dios hasta que nos volvamos a ver. ¡Ah, se me olvidaba! Aunque me consumo por verte, no te des prisa en venir, pues mis hermanos te necesitan. Hazle a ellos lo que nunca pudiste hacerme a mí. Fíjate que cuando bañas a mis hermanitos o lo amamantas, no sé, me entra un poquito de añoranza de todo lo que pudo ser y no fue. Me hubiera gustado ser amamantado con la leche de tus pechos, ser acariciado por esas manos tuyas tan lindas y tan semejantes a las mías, manos de cirujano malogrado.
Quizás te preguntas dónde estoy. No te preocupes, estoy en los brazos de Jesús que me amó hasta derramar su sangre por mi. En Él todos encontramos la Vida.
Y termino pidiéndote un favor. No para mí, como comprenderás, sino para otros niños. Que no los maten como a mí. Si conoces a una joven que quiera abortar o a un sujeto que monta campañas a favor del aborto, un médico asesino que se burla de Hipócrates o una enfermera que se presta a ese crimen, extiéndeles el amor de Dios, nuestro Padre. Entonces acuérdate de nosotros y dile que no mate más, que los niños le pertenecen a Dios. Grítales a todos que tenemos derecho a vivir como ellos, y que aunque nadie nos ame tenemos derecho a vivir y amar.
Te espero con la boca aún sin estrenar, rebosante de besos que tengo guardados solamente para ti…
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