Trece años después de que se retiraran las últimas tropas de los cuarteles de Gardeny, las antiguas dependencias de Templarios han pasado a albergar algunas empresas y servicios municipales. Además, se ha llevado a cabo un lifting en los edificios que tienen forma de H, ocultando uno de los ejemplos más clásicos de la arquitectura franquista de los años 40.
Con cierta polémica, la Paeria acordó en 1997 pagar algo más de 16 millones de euros al Ministerio de Defensa para que el Turó de Gardeny pasara a ser de la ciudad. Pasados todos estos años, la estructura del viejo Templarios sigue siendo la misma. Sólo cambian dos cosas: que las dependencias son utilizadas por otros inquilinos y que el estado de abandono se hace notar en muchos rincones.Además, viejos símbolos castrenses todavía se conservan. La pintura de la bomba que representaba el ejército de artillería aún resiste a desaparecer en algunas persianas. Se puede descubrir dónde se ubicaba la peluquería, la oficina de suministro de material, las anillas para aparcar a los animales en el exterior de las viejas cuadras (hay que recordar que la compañía Grupo a Lomo utilizaba mulos para transportar material militar y, en menor medida, caballos), el depósito de gasolina y las letrinas, cerradas ahora a cal y canto. Aún se conservan las simbólicas garitasTambién se conservan las simbólicas garitas, de las cuales tampoco se ha librado la Seu Vella por sus 200 años de etapa de ocupación militar, y que han quedado integradas en la arquitectura del monumento. En el patio que se encuentra al lado de lo que se conocía como Puerta Falsa, orientada a la carretera de Zaragoza, hay un montón de material y escombros que, todo parece indicar, nadie sabe dónde guardar. Pero la mayor demostración del estado de abandono del recinto se percata en la gran cantidad de maleza y hierba que hay entre el antiguo acceso principal al cuartel, coronado aún por el escudo franquista, y el cuartel provisional de la Guàrdia Urbana. Escondida entre la maleza aún se puede ver la base que aguantaba el palo de la bandera. Lo que no tiene nombre es el estado de los antiguos chalés de verano y de invierno. El vandalismo se ha ensañado con estos edificios con el destrozo de puertas, ventanas, cristales, techos. Asimismo, el riesgo de que alguno de estos dos edificios se derrumben en cualquier momento no parece aventurado. En definitiva, si algún antiguo soldado quisiera repetir la ruta de la patrulla nocturna de Templarios se preguntaría: ¿para qué se hubo que soportar temperaturas bajo cero para vigilar el recinto, si parte de él se ha quedado al final en el más estricto estado de abandono?Las dependencias militares llegaron a acoger a unos 1.200 soldados El cuartel de Templarios albergó el Grupo de Artillería de Campaña, el Regimiento Mixto de Ingenieros 4, el grupo logístico de la División Urgel IV y las unidades de servicio de acuartelamiento (USAC), además del Grupo a Lomo (GAL XLI). Llegó a haber unos 1.200 soldados. El cuartel de Sanjurjo albergó el Regimiento de InfanteríaBarcelona 63. La rehabilitación tarda 11 años en comenzarEl estado de abandono de zonas del Turó de Gardeny contrasta con algunas mejoras que se han ejecutado en el recinto en los dos últimos años. Se ha adecuado la parte exterior de los tres edificios H que albergan unos 15.000 metros cuadrados de oficinas y centros de investigación. El estado de parte interior de alguno de los edificios parece que no está en tan buen estado. Prueba de ello es que está apuntalado el techo de la escalera donde antiguamente había la Compañía de Transportes (ver fotografía en la página anterior). En todo caso, el aspecto de los bajos interiores de los edificios H y el pasillo que une a los tres edificios nada recuerda al de un cuartel militar. Además de decorar esta zona con colores vivos se ha habilitado un invernadero, y en las terrazas se utiliza el agua pluvial como sistema de riego.Actualmente, se está ejecutando la reurbanización del antiguo Patio de Armas de Artillería, que albergará el campus del Parc Científic i Tecnològic. Esta obra prevé la renovación de las redes de alcantarillado, agua, riego, electricidad, telecomunicaciones, gas y alumbrado, además de una nueva pavimentación. En este patio, donde se realizaba la instrucción militar, e incluso había un espacio reservado para aterrizar helicópteros, se habilitarán medio millar de plazas de estacionamiento. Otro proyecto que está pendiente de ejecución es el del Museu de la Ciència, el Medi Ambient i el Clima, que se ubicará en la que durante muchos años fue la residencia de suboficiales, ubicada en el acceso principal a Gardeny. El futuro museo será un modelo de sostenibilidad, ya que su construcción permitirá un ahorro energético.En cualquier caso, y pesar de todas estas reformas, existen webs con fotografías de Gardeny con comentarios de ex soldados residentes en diferentes puntos de España, lamentando el estado de los viejos cuarteles. Asimismo, cabe recordar que, en su día, los bares de la falda de Gardeny lamentaron el cierre de los cuarteles, ya que la oleada de soldados que salía de paseo cada tarde era un puntal para su economía.
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