EL ENTORNO DE LA TORRE DE LA CALLE SANT PASCUAL PORIA CONVERTIRSE EN UN JARDIN ARQUEOLOGICO.

La torre pertenecía a la orden del Temple, a quien el Rey Jaume I donó todo el sector del pueblo contiguo al Portal de Tortosa, quedando incluidas las seis torres que delimitaban el sector.

El solar de la antigua carbonería de la calle Sant Pasqual nº 28, que fue derribada durante la semana de Fallas, podría convertirse en un jardín arqueológico tras la excavación que pretende llevar a cabo este verano el arqueólogo municipal José Manuel Melchor. El derribo de este inmueble adquirido por el Ayuntamiento en la primavera de 2005 por 60.000 euros, ha dejado a la vista una parte de una de las dos únicas torres que quedan de la antigua muralla de Burriana. Una de ellas ha sido recientemente restaurada junto al ábside de la iglesia de El Salvador, y la segunda es esta de la calle Sant Pasqual, que a diferencia de la anterior, a la que se puede acceder a su interior, es de fábrica maciza.



Un aspecto que afecta al conjunto de esta torre, es que no sólo recae en propiedad municipal, sino en la casa contigua a la carbonería, por lo que Patrimonio va a solicitar a su propietario que consolide y restaure la parte de torre y muralla que cae dentro de su propiedad, o de lo contrario, como prevé la ley, deje, mediante cesión o donación que lo haga un tercero, en este caso la Administración local.
El Ayuntamiento dispone ya de todos los permisos necesarios para realizar catas arqueológicas en el subsuelo del solar, con la finalidad de comprobar el estado y situación de los demás elementos defensivos asociados a la muralla (como la barbacana, la berma y el foso). La idea que sostiene el arqueólogo José Manuel Melchor es dejar al descubierto parte de lo excavado, a modo de jardín arqueológico, para que sea contemplado por los ciudadanos. Cabe señalar, al hilo de este asunto, que se van a instalar unas pasarelas para que el público pueda visitar temporalmente la excavación realizada en el solar sobre el que se construirá la nueva abadía, a espaldas del ábside gótico de El Salvador.
El arqueólogo municipal considera que, en estos momentos, además de las excavaciones arqueológicas, es además necesario un estudio en profundidad del estado de la torre y de los muros de su entorno.
La intención inicial del Ejecutivo local era crear en este solar un espacio público para asueto y disfrute de los vecinos de esta zona limítrofe al casco antiguo, con el objetivo de lograr un esponjamiento de la trama urbana al tiempo que facilitara la contemplación de la antigua torre, para la que se intentará solicitar ayudas para restaurarla.
Dadas las reducidas dimensiones de este espacio se le dotará de una verja para cerrarlo por la noche.


La muralla de Burriana, además de los cinco portales situados, al norte el de Tortosa, al sur el de Valencia, al oeste el de Onda y al este los del Mar y la Vila, tenía según el historiador y cronista Rafel Martí de Viciana 40 torres macizas, de las que sólo ha perdurado la existente entre los corrales de los números 26 y 28 de la calle Sant Pasqual, que ahora se ha dejado a la vista, y la situada junto al ábside de El Salvador.
La torre es un prisma cuadrangular con paramentos de mampostería. El frente mide cuatro metros y su lateral 1’85, siendo la altura de 7’80. La torre-espolón se encuentra adosada a un viejo muro de ladrillo, se supone reforma del muro originario.

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